En el apartado d) del Artículo 3 del Convenio de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación, 1999 (núm. 182), se define el trabajo infantil del siguiente modo:
d) el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
Más concretamente, esta modalidad de trabajo infantil se realiza en un entorno laboral peligroso o insalubre cuyas deficiencias en cuanto al nivel de seguridad y salud podrían causar la muerte, una lesión o una enfermedad. Cabe señalar que algunas lesiones y la mala salud pueden ocasionar una discapacidad permanente, y que los problemas de salud ocasionados por el trabajo en la infancia no suelen desencadenarse o manifestarse hasta que el niño es adulto.
El trabajo infantil peligroso constituye la categoría más importante de las peores formas de trabajo infantil, y se calcula que engloba a 115 millones de niños en edades comprendidas entre los 5 y los 17 años de edad que trabajan en condiciones de peligro en sectores tan diversos como la agricultura, la minería, la construcción, la manufactura, la industria de servicios, la hotelería, los bares, la restauración, los establecimientos de comida rápida y el servicio doméstico. Ocurre tanto en países industrializados como en países en desarrollo. Con frecuencia, los pequeños, niñas y varones, suelen comenzar a realizar trabajos peligrosos a una edad muy temprana. La OIT estima que unos 22.000 niños mueren en el trabajo cada año y se desconoce el número de niños lesionados o que caen enfermos debido a su trabajo.
Puesto en la misma situación de un trabajador adulto, un niño que trabaja está expuesto a todos los peligros a los que aquél está expuesto, sin embargo, es mucho más vulnerable a los peligros y riesgos laborales que un adulto. La falta de protección en materia de seguridad y salud suelen acarrearles consecuencias más devastadoras y duraderas, y puede ocasionarles más accidentes mortales y no mortales, discapacidades permanentes, mala salud y perjuicios psicológicos, de comportamiento y emocionales.
Al hablar de niños que trabajan es importante trascender los conceptos de peligro y riesgo laborales1 tal como se aplica al caso de los trabajadores adultos, ampliándolos para que abarquen los aspectos propios del desarrollo y la niñez. Habida cuenta de que los niños todavía están creciendo, tienen características y necesidades especiales que se han de tener en cuenta al establecer los consiguientes peligros y los riesgos del lugar de trabajo por lo que respecta a la salud física, cognitiva (pensamiento aprendizaje) y el desarrollo de la conducta y el crecimiento emocional.
Datos estadísticos recientes sobre trabajo infantil peligroso
- Más de la mitad (53 por ciento) de los niños trabajadores en el mundo es víctima de trabajos peligrosos.
- El trabajo peligroso ha aumentado entre los niños de 15 a 17 años de edad. En cuatro años, de 2004 a 2008, este tipo de trabajo infantil aumentó en un 20 por ciento – pasando de 52 a 62 millones.
- El número de niños de 15 a 17 años de edad que efectúan trabajos peligrosos es dos veces superior al de las niñas, y este índice sigue siendo muy alto. En el caso de las niñas, el número disminuyó en un 24 por ciento entre 2004 y 2008.
- En el grupo de edad de niños de 5 a 14 años, 53 millones (cerca de un tercio) están involucrados en trabajos peligrosos.
- En África subsahariana, 15 por ciento de los niños son víctimas de trabajos peligrosos.
1 “Peligro” y “riesgo” son dos términos utilizados frecuentemente en relación con este tipo de trabajo infantil. Un “peligro” es todo lo que entraña el potencial de un perjuicio. Un “riesgo” es la posibilidad de un daño potencial ocasionado por ese peligro. Así pues, la maquinaria alimentada con energía eléctrica entraña el peligro de quedar atrapado o de ser estrangulado por sus partes en movimiento. El riesgo será alto si no se colocan defensas y los trabajadores se encuentran demasiado cerca de la máquina. Si, por el contrario, la máquina está debidamente protegida, y es objeto de reparación y mantenimiento periódicos por parte del personal competente, el riesgo será menor.
Fuente: O.I.T.
El trabajo infantil tendría que estar totalmente abolido, porque los niños deben disfrutar gratamente de su infancia no puede ser que estén haciendo ningun tipo de trabajo y si vemos un niño que estar limpiando vidrios por la calle, o cualquier tipo de trabajo el estado debería intentar despegar al niño de esa función y hacerlo vivir una infancia plena.
ResponderEliminarSaludos.