martes, 28 de junio de 2011

Migración y trabajo infantil

A nivel mundial, una de cada ocho personas es un migrante. Esto engloba aproximadamente 214 millones de migrantes internacionales y alrededor de 740 millones de migrantes internos. La juventud representa una gran parte de los migrantes del mundo; cerca de un tercio del flujo migratorio provenientes de todos los países en desarrollo tienen entre 12 y 24 años. En este grupo se encuentran millones de niños menores de 18 años que migran internamente o que cruzan las fronteras, con o sin sus padres.

Se estima que en los próximos años, un número sin precedentes de jóvenes seguirá este éxodo masivo y cambiará aún más la dinámica de la población, influenciados por factores demográficos, desigualdad económica, conflictos violentos, fracaso del estado, desastres naturales, escasez de recursos y presiones medioambientales, en particular cambios climáticos.

Sin embargo, la migración puede ser una experiencia positiva para los niños y niñas y puede ofrecerles una vida mejor, incrementar sus oportunidades y permitirles escapar de las amenazas inmediatas, tales como el matrimonio forzado, los conflictos y los desastres naturales. Los niños pueden enfrentar importantes desafíos durante el proceso de migración. Dichos desafíos son particularmente graves cuando los niños migran sin documentos de identidad adecuados y/o sin sus familias, y en países donde no existe protección legal y en donde a los niños se les impide acceder a servicios básicos tales como la educación y la atención sanitaria. En estos casos, los niños migrantes corren un gran riesgo de explotación y son susceptibles de caer víctimas del trabajo infantil. Muchos niños migrantes terminan trabajando en el sector agrícola o en el sector de servicios, por ejemplo en trabajo doméstico. Algunos de estos niños y niñas son víctimas de trata.

Con frecuencia, los niños migrantes experimentan maltratos, tales como aislamiento, violencia, malas condiciones de trabajo, omisión del pago de salarios y la amenaza de ser denunciados a las autoridades. Además se ha demostrado que entre los niños trabajadores, los niños migrantes son los que reciben menor salario, los que trabajan más horas, los que asisten con mayor irregularidad a la escuela y los que enfrentan un mayor índice de mortalidad en comparación con los niños locales.

A pesar de la gran cantidad de niños involucrados, las necesidades y los intereses de estos niños migrantes casi nunca forman parte de la mayoría de los debates sobre protección infantil, trabajo infantil y migración. En consecuencia, la mayoría de los gobiernos han fracasado en elaborar respuestas de política efectivas para ayudar y proteger a los niños migrantes. No obstante, los gobiernos están obligados a ofrecer dicha protección, tal como lo expone el Artículo 2.1 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño, el cual estipula que: “Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales”. Esto incluye el derecho a no ser víctimas del trabajo infantil tanto para los niños migrantes como para los locales.

La Hoja de ruta para lograr la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016, adoptada en 2010 durante la Conferencia mundial sobre trabajo infantil de La Haya, también centra su atención en los niños migrantes. En su Artículo 5 se estipula que “Los gobiernos deberían considerar medidas para abordar la potencial vulnerabilidad de los niños, en particular, a las peores formas del trabajo infantil, en el contexto de los flujos migratorios”.

Con el fin de afrontar estos desafíos, el IPEC integra un enfoque sobre los niños migrantes en sus acciones contra el trabajo infantil de la siguiente manera:

  • Un número creciente de proyectos se concentran en la migración infantil.
  • La investigación sobre trabajo infantil se ocupa de los niños migrantes.
  • En la medida de lo posible, material y herramientas de promoción, eventos y asesoramiento en materia política incluyen el tema de los niños migrantes.
  • El IPEC colabora con 15 organizaciones internaciones y organizaciones no gubernamentales mediante el Grupo de trabajo mundial sobre los niños en movimiento, creado recientemente con el fin de establecer una serie de iniciativas conjuntas centradas en la migración infantil.

Otro tema relacionado que también requiere atención es el efecto que tiene la migración de padres que han abandonado a sus hijos en la educación de estos niños y en el riesgo de trabajo infantil. Cuando sea necesario, el IPEC promoverá la inclusión de este tema en investigaciones sobre el impacto de las remesas.


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Fuente: O.I.T.

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