martes, 28 de junio de 2011

Intervida: Burkina no está a 3.000 Km


“Enseñamos a los niños de Ouahiguya que hay que lavarse las manos con jabón antes de comer. Ahora, los niños se han inventado una canción sobre lavarse las manos y la van cantando por las calles del pueblo, e incluso advierten a sus padres de que ellos también tienen que lavárselas cuando van a sentarse a comer en casa”. Esta es una de las historias sobre Burkina que cuenta Víctor ante unas 150 personas de la empresa Adams.

Le observan atentamente sin perder detalle de todo lo que dice y sobre el trabajo que realizamos en uno de los países más pobres del mundo. Esta empresa es una de las que colaboran más activamente con la financiación de proyectos de Intervida, concretamente en este caso, con Burkina. Ahora, Víctor Ruibal como director de Bibir Intervida en Burkina, explica nuestros proyectos de cooperación para el desarrollo y el trabajo que hacemos en este país, y cómo se transforma la implicación de los empleados y responsables de Adams en proyectos de desarrollo.

La comparación entre lo que gana una persona en Burkina y en España es una de las cosas que más impresiona a los empleados de esta empresa. Con 45 euros, un burkinés tiene que sobrevivir todo un año. Otro de los datos que más impactan es que la tasa de natalidad media es de algo más de 6 hijos, o que el agua al que tiene acceso buena parte de la población es de un color marrón tan desagradable como insalubre. La realidad de un país como Burkina Faso, que algunos empleados conocen porque han querido visitar el país y los proyectos de desarrollo, choca de frente con la realidad a la que están acostumbrados.

Por eso, cuando Víctor cuenta los progresos de las mujeres que trabajan en el molino, que obtienen dinero suficiente para mantener a su familia y además comprar algunas cabras, los asistentes a la charla se entusiasman. O cuando explica que los niños que van a la escuela se han triplicado en algunas comunidades. El optimismo que transmite Víctor en sus palabras hace que la gente vea que es posible cambiar la dura realidad de Burkina con trabajo y dedicación y así conseguir que miles de niños y niñas burkineses puedan disfrutar de sus derechos. Y, además, hace que Ouahiguya tenga un gran hueco en las oficinas de una empresa a 3.000 km de distancia.


¿Qué es Intervida?

Tarjeta roja al trabajo infantil

En varias disciplinas deportivas, en particular, en el fútbol, una tarjeta roja simboliza la sanción aplicada a alguien que ha cometido una falta por la que puede ser expulsado de la cancha. En 2002, la OIT y el IPEC decidieron utilizar este símbolo para crear consciencia sobre la prevención, la lucha contra el trabajo infantil y la abolición de este mal a través de campañas de promoción.

La “tarjeta roja” del IPEC se aplica durante los torneos de fútbol internacionales para informar al público sobre cuestiones de trabajo infantil e impulsar de este modo un movimiento internacional en favor de la erradicación de este mal: 218 millones de niños que trabajan, de los cuales 126 millones son objeto de una intolerable explotación.


Fuente: O.I.T.


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Convenio Tarjeta Roja al Trabajo Infantil (Costa Rica)