Cuatro años después en el tercer informe global, dice que se ha alcanzado una reducción del trabajo infantil en un 3%, las cuales considerando las estimaciones globales, 215 millones de niños siguen atrapados en el trabajo infantil, y 115 millones se exponen a trabajos peligrosos.
Se destaca que la reducción más amplia se ha producido en los niños y niñas en edades comprendidas entre 5 y 14 años, donde se descendió en un 10% el trabajo infantil.
Importantes cifras destacan que se ha reducido la ocupación en trabajos peligrosos, sin embargo la cifra de niños trabajando ha crecido mientras que el numero de niñas se disminuye, se trata de menores entre los 15 y 17 años, los cuales han alcanzado la edad mínima para trabajar, sin embargo no se respetan los convenios de la OIT, y ocupan a estos adolescentes en condiciones o sectores considerados peligrosos.
Según el Tercer Informa Global, no se va a alcanzar la meta establecida para el año 2016, por lo cual proporciona una inequívoca señal de advertencia y constituye una llamada de atención. Sin embargo estiman que no es demasiado tarde para revertir la situación. La erradicación del Trabajo Infantil es posible y asequible si estamos dispuestos a luchar por ello.
El informe identifica varios desafíos fundamentales para hacer frente a esta lacra social: La escala alarmante del problema en África y Asia meridional, la necesidad de una campaña contra el Trabajo Infantil en la Agricultura y la necesidad de actuar en ocasiones contra las formas “ocultas” de trabajo infantil, que también se encuentran entre las peores formas del mismo. Aseveran también que es hora de que los gobiernos cumplan sus compromisos y aceleren acciones para luchar contra el trabajo infantil. (Organización Internacional del Trabajo, Número 69, 2010)